UNIDAD EDUCATIVA FISCAL
"SANTIAGO DE GUAYAQUIL"
RESEÑA HISTORICA DEL NACIMIENTO DEL COLEGIO NACIONAL “SANTIAGO DE GUAYAQUIL” DE LA CIUDAD DE QUITO
En los primeros meses de 1.986, el gobierno del entonces presidente de la Republica Dr. José María Velasco Ibarra por intermedio de su ministro de educación Dr. Hugo Larrea Benalcázar emite un Acuerdo Ministerial creando un colegio secundario “sin nombre” con 500 alumnos inscritos para el primer curso, sin personal administrativo ni de servicios y con un reducido número de profesores que no alcanzaba dado el numeroso grupo de estudiantes.
Aquel ministro nombra de Rector al Sr. Dr. Pedro Pablo Caicedo Muñoz con la disposición expresa que gestionara un lugar para su funcionamiento, y que nos acomodáramos a las serias limitaciones y que motivara la colaboración de padres de familia para el cumplimiento de estos objetivos.
El Rector gestiona y consigue prestado del Centro Experimental Eloy Alfaro ubicado en las faldas del cerro Itchimbia, para que funcione el colegio “sin nombre” en horario vespertino. Ante semejante improvisación de las autoridades del ministerio de educación; profesores y alumnos tuvimos que soportar las incomodidades de un local también pequeño, aulas construidas para niños no para jóvenes, sin oficinas y la imposibilidad de trabajar administrativamente en horario completo. Este sacrificio duró aproximadamente dos años.
Frente a tan grave situación, el señor Rector gestiona ante el Ministerio de Educación y consigue un local desocupado por la UNESCO, ubicado en la calle Veintimilla y 6 de diciembre Barrio El Dorado de la ciudad de Quito. Este local fue construido en un primer momento como residencia domiciliaria y luego de algunas adaptaciones para que funcionen las oficinas de este organismo internacional. Tampoco este inmueble prestaba las facilidades mínimas para el normal desarrollo de las actividades educativas del plantel: baños adaptados, sin áreas para deporte, sin patio de descanso para el alumnado y aulas separadas con divisiones de cartón. Con todo esto, algo se mejoró en los requerimientos educativos comparando con el anterior local; gracias a la tolerancia de los profesores, a la adaptación del alumnado y el apoyo incondicional que el señor Rector obtuvo de los padres de familia. En esta construcción funciono el plantel hasta el año 1972
En esos tiempos la sociedad ecuatoriana vivía un intolerable regionalismo de ciudadanos de la Sierra contra los de la Costa y viceversa. Es cuando como homenaje a la integración nacional el Dr. Pedro Pablo Caicedo Muñoz pone al plante el nombre de Santiago de Guayaquil en el mismísimo corazón de la serranía que es Quito y en reunion de Consejo Directivo se discute y aprueba también el escudo del plantel; escudo inspirado en el pasado histórico de la noble ciudad de Guayaquil.
Era verdaderamente insufrible el funcionamiento del colegio en este local que no brindaba las más mininas comodidades para el trabajo. Actividades que tenían que desarrollarse eficientemente por parte de alumnos y profesores; pues, ante todo y por sobre todos estaba el trabajo fecundo de una buena e integral educación para alumnos que más tarde deberán servir a la patria.
Es cuando el señor Rector nombra como padrinos de honor a los señores Asaad Bucarán y doctor Francisco Huerta Montalvo Alcalde de la Ciudad de Guayaquil y Prefecto de la Provincia del Guayas respectivamente, como padrinos patrióticos del plantel y en sesión solemne consigue la donación de 1 centavo de sucre del pontazgo que se cobraba en el puente sobre el rio Guayas por el lapso de 15 años. El señor Rector en su incansable lucha por obtener un local propio para el plante consigue del Dr. Sempertegui director General del IESS que esta institución venda 16.000 metros cuadrados ubicados en el Itchimbia al colegio Santiago de Guayaquil para la construcción del edificio. el 20 de enero de 1970 se celebran las escrituras de compra/venta y se logra un sueño anhelado de padres de familia, alumnos y profesores del plantel.
Hay que destacar con letras indelebles el apoyo incondicional brindado por los padres de familia del Colegio Santiago de Guayaquil en la persona del Sr. Rafael Muñoz, presidente del Comité por su decidido apoyo al rectorado del Dr. Caicedo en su lucha por obtener local Propio. Apoyo brindando su tiempo, sus recursos humanos, y dinero recaudado en forma voluntaria y patriota.
El señor Rector en colaboración con los padres de familia y el personal docente emprendieron una gran campaña de concientización ante las autoridades del ministerio de Educación para obtener del Departamento de Construcciones Escolares 16 estructuras metálicas prefabricadas necesarias para el funcionamiento de salas de clase, laboratorios, oficinas administrativas, áreas de servicios y demás elementos para un funcionamiento moderno, cabal y que ayuden al trabajo de docentes y alumnos. Esta construcción se inició en 1.972, las ampliaciones y los demás servicios se fueron construyendo en lo posterior.
Finalmente; el rectorado del colegio procedió a la organización docente, administrativa y de servicio acorde a la modernidad y fundamentalmente a la orientación educativa en favor de una educación para la vida.
En síntesis, estas fueron las obras realizadas por el Dr. Pedro Pablo Caicedo Muñoz en los 4 años de creación plantel
Autoridades fundadoras: Dr. Pedro Pablo Caicedo Muñoz, Rector. Sr. Jaime Ojeda Vicerrector y Sr. Wellington Pino Inspector General.
La Unidad Educativa “Santiago de Guayaquil”, es una institución educativa que brinda servicios educativos: desde Inicial 1-2, Preparatoria, Elemental, Básica Elemental, Básica Media, Básica Superior, Bachillerato y Bachillerato Internacional. Fue creada mediante resolución N.-MINEDUC-SEDMQ-2015 0279, del 18 de junio del 2015, con el propósito de implementar una Filosofía Educativa basada en principios y valores, orientada a dar respuesta a las necesidades educativas de una sociedad que vive una grave crisis humana con repercusiones y consecuencias difíciles. Estamos obligados a responder a este desafío y encaminar acciones, para UNA EXCELENCIA EDUCATIVA Y SÓLIDA FORMACIÓN INTEGRAL que generen comportamientos positivos que favorezcan el desarrollo personal e interpersonal de la comunidad educativa
También
el ser y el deber ser en educación, es importante porque nos acerca a una
educación existente y a una educación posible, estos son los lineamientos del
nuevo Modelo Pedagógico Institucional que hará que se motorice la educación y
la convierte en un proceso humano, como en todos los procesos humanos, el deber
ser, o sea la intencionalidad y el futuro, es decir, el cambio y la
transformación, lo que conforma y dirige lo que la educación es ahora, en el
presente. Puesto que la educación encarna entonces las luchas y las
aspiraciones de los pueblos por alcanzar niveles cada vez superiores de
bienestar. Ella se presenta como una posibilidad y como una actividad
eminentemente ceñida por completo a los fines y valores que el ser humano se
plantea en cada época histórica y en cada tipo de sociedad y de cultura.
Diremos que esta es la significación “estratégica”, para emplear este término,
de lo que denominamos concepción de educación. La educación se plantea como
posibilidad, como una educación posible, esta posibilidad implica la necesidad
de construir en el presente sucesivos escenarios reales que permitan a los
hombres alcanzar esa educación posible. De esta manera, la educación se
constituye como un gran mecanismo que impulsa el cambio y la transformación social.
El escenario social en el que se desarrolla la educación es diverso, cambiante
y contradictorio, esto es lo que hace que la educación asuma el papel de
presentar nuevos horizontes culturales que permitan a los seres humanos
alcanzar nuevos niveles de dignidad y de realización humana. Por eso, vale la
pena remarcar que la educación se configura en el presente por lo que queremos
que la educación sea en el futuro, entendiendo el futuro como el proceso de
emancipación
VISIÓN
En un ambiente adecuado de respeto a la diversidad la Institución Educativa responde a los requerimientos de la sociedad, ello implica la participación plena y consciente para lograr un modelo educacional, acompañado del reconocimiento y reivindicación de los educandos y educadores, así como también de los padres de familia y de toda la comunidad educativa, como sujetos activos en función del ser y el deber, porque nos acerca a una educación posible en una sociedad que deseamos vivir.
MISIÓN
Somos
una Institución Educativa comprometida con la formación integral de los
estudiantes que plantea la transformación en consecuencia el reto de escoger
los procedimientos, técnicas y estrategias para configurar ahora en el
presente, una educación integral que deba responder en el futuro. Es decir, no
sólo es un planteamiento teórico, sino la base y la orientación de las acciones
concretas que hay que tomar para avanzar en la práctica poniendo en alto la
cultura, la cuestión ideológica, el programa de avance que responda a los
intereses populares y sociales a una sociedad justa y equitativa.
IDEARIO
Los estudiantes son el centro de nuestras actividades de enseñanza- aprendizaje. Las acciones institucionales se orientan a brindar un servicio educativo que garantiza el cumplimiento de los preceptos del Buen vivir.
Consideramos que el liderazgo participativo en el modelo de gestión actual, es el centro motor de nuestra institución, consideramos además que liderar es educar y desde esta perspectiva educacional, cada educador es un líder.
Propiciamos la formación integral de los estudiantes tomando en cuenta aspectos cognitivos, axiológicos y afectivos, nuestra Gestión Educativa se basa en una concepción del ser humano respaldada en trabajo en equipo, la honestidad, la ética, la eficacia, eficiencia, la responsabilidad, el respeto, la tolerancia, la lealtad y el buen trato entre otros los integrantes de la comunidad educativa.
Los padres de Familia o representantes legales se integran al quehacer educativo, de manera responsable, participativa y comprometida con las acciones institucionales.
Contactos:
Telf. 2571-340 /
2571-342 /
17h00662@gmail.com
Dirección:
Calle Manuel Lopera N5-210 e Itchimbía